Así se hace la vida, todos tienen fortalezas y debilidades. Si usted es uno de los que quiere ser bueno en absoluto, entonces sus debilidades se convierten en obstáculos reales.
Pero sepa que no puede ser el mejor en todos lados, así que es mejor admitir sus debilidades y convertir las más grandes en fortaleza.

Comience por reconocer y aceptar las debilidades propias:

Para convertir una debilidad en una fortaleza, hay que empezar por reconocerla y aceptarla, es decir, dejar de negarla.
Si no se siente cómodo en ciertas situaciones, tenderá a evitarlas. Si te puede servir, a veces también te puede hacer daño.
De hecho, tenderá a dejar que la situación se pudra simplemente porque se niega a afrontarla.
Es por eso que es importante identificar las debilidades antes de poder transformarlas en fortaleza.

Preparación, tu mejor aliado:

Estar preparado para enfrentar una situación puede ayudarlo a convertir la debilidad en fortaleza.
Pongamos un ejemplo concreto: tienes una cita con un cliente para negociar un contrato y sabes muy bien que negociar no es tu punto fuerte.
Así que, para no encontrarte en una situación embarazosa, nada mejor que prepararte para este encuentro.
Por ejemplo, puede averiguar todo lo posible sobre su persona de contacto y su empresa.
Cuanto más seas, más cómodo estarás en esta situación.

No dudes en delegar:

Si tiene que realizar una tarea para la que no tiene las habilidades, delegue este trabajo a alguien que las tenga.
No vea esto como querer escapar de este trabajo, sino más bien como una simple aceptación del hecho de que no tiene las habilidades necesarias para realizar esta tarea.
E incluso puede aprovechar la oportunidad de aprender de esta persona competente.

La Unión hace la fuerza !

En su entorno, privado o profesional, puede haber alguien que tenga una o más debilidades similares.
Al asociarse con esta persona para encontrar una solución, esta debilidad puede convertirse en un activo.
De hecho, ambos enfrentan el mismo problema y pensar juntos es una gran manera de convertir una debilidad en un activo.

Cuando quieras transformar tus debilidades en suerte, lo importante es dar un paso atrás para ver mejor toda la fuerza que se puede sacar de ella.
Nuestras debilidades no están ahí por casualidad, lo principal es decirnos que nos pueden ser útiles.