Entre contenido y forma, muchas personas arbitran para favorecer a uno u otro. En realidad, no tiene ese lujo si quiere seguir siendo profesional. Tanto el contenido atestigua tu competencia, tanto el formulario informa sobre tu seriedad y el respeto que tienes por tus lectores. Entonces, hay que tener en cuenta una gran cantidad de parámetros que permiten presentar un texto impecable y que dan ganas de leer.

La primera apreciación visual

El lector profesional, e incluso el aficionado, ha sido formateado para ver el formulario primero antes de ir al final. Por lo tanto, tiene este reflejo para operar un curso visual de arriba a abajo y de izquierda a derecha. En unos segundos, el lector aprecia la calidad del texto. Esta evaluación difícilmente se revertirá incluso si existe la calidad en segundo plano. Esto explica la importancia del diseño, el uso de determinadas palabras, la inserción de imágenes, etc. Esto también explica la posición del título en la parte superior y la alineación de todos los subtítulos en el lado izquierdo de la página.

El uso de grasas y grasas.

El uso de grasas y grasas sigue una lógica de fuerza. Efectivamente, el ojo es atraído por cualquier cosa que tenga una fuerza mayor que la masa, por eso ponemos grandes o en negrita los elementos sobre los que queremos llamar la atención. En el contexto de la tipografía, este es el caso del título y los subtítulos que están en letra grande y las introducciones y conclusiones que están en negrita. Hay un truco que utilizan muchos profesionales en el transcurso del procesamiento de textos, y es utilizar una fuente diferente que sea más pronunciada para los títulos y subtítulos.

Influencia blanca

Los blancos se refieren a los bloques tipográficos que dan información sobre sus diferencias de fuerza. Estos son saltos de línea, saltos de página, espacios. Esto es lo que permite que el documento respire y juega con la percepción que tiene el lector del documento. Así está indicado saltarse una línea poniendo un encabezado sin aumentar demasiado el tamaño de la fuente en lugar de realizar este aumento pero dejándolo comprimido en el medio del texto.

El uso de jerarquías topográficas.

Tu texto no es una obra de arte, por lo que no puedes abusar de las jerarquías topográficas. Sería como una película con demasiados efectos especiales. Al final nadie lo toma en serio. Entonces, debes optar por el equilibrio y evitar usar demasiados estilos diferentes. Lo ideal sería uno o dos estilos.

Además, cabe destacar que la inserción de imágenes puede ser un gran valor añadido para un texto si se hace bien. De lo contrario, se obtiene el efecto contrario. Es por eso que debe evaluar la relevancia de la imagen y usar formatos de color si es posible.

Finalmente, todas estas reglas deben combinarse de una manera inteligente y equilibrada porque si quieres poner el foco en muchas cosas a la vez, todo se vuelve mundano. Por lo que se ve obligado a tomar decisiones.