El correo electrónico es la principal herramienta de comunicación que utilizamos en el trabajo. Sin embargo, hay que tener cuidado de no banalizarlo y tener la mala costumbre de escribir rápido y mal. Un correo electrónico que sale demasiado rápido puede ser muy peligroso.

Las desventajas de un correo electrónico que se fue demasiado rápido

Enviar un correo electrónico escrito con entusiasmo, molestia o molestia dañará seriamente su credibilidad. De hecho, el impacto en su imagen con su destinatario puede ser catastrófico.

Falta de seriedad

Cuando escribes un correo de forma rápida y de cualquier forma y lo envías, la primera impresión que tendrá tu interlocutor es que le falta seriedad. Hay un mínimo que respetar.

De esta manera, su destinatario se dirá a sí mismo que no se toma en serio lo que está haciendo. ¿Qué deberíamos pensar de una persona que envía un correo electrónico sin un asunto cortés o sin asunto?

Falta de cuidado

A la persona que lea tu correo electrónico le resultará difícil pensar en ti como un profesional. Pensará que si no ha podido organizarse para escribir un correo electrónico correcto, no podrá comprender completamente sus necesidades. Esto puede afectarlo aún más si está hablando con un cliente, ya sea en un contexto B2B o B2C.

Falta de consideración

Finalmente, el destinatario se dirá a sí mismo que no tienes consideración por él, razón por la cual no te tomaste el tiempo necesario para escribir un correo electrónico normal. En otros casos, pueden preguntarse si realmente conoce su identidad y estado. De hecho, puede hablar con un gerente sin saberlo, de ahí la importancia de tomarse su tiempo en su redacción profesional.

El correo se fue demasiado rápido: las consecuencias

Un correo electrónico que sale demasiado rápido puede afectar su reputación y la de su establecimiento.

Efectivamente, el destinatario puede indignarse y dirigirse a sus superiores para pedir que pongamos a su disposición otro interlocutor. Esto es más probable cuando se trata de un socio o un inversor. Por lo tanto, puede perder el privilegio de comunicarse con los principales actores de su empresa.

Además, su reputación se verá empañada dentro de la empresa, que ya no confiará en que le asigne ciertas tareas. Lo que puede limitar gravemente sus perspectivas profesionales. Es obvio que éste no dará pronto un ascenso a un empleado que no conceda gran importancia a la redacción profesional.

Finalmente, puede perder clientes o prospectos si escribe un correo electrónico demasiado rápido. No sienten que se los considere a su valor razonable y recurrirán a otra empresa.

 

El correo electrónico es un escrito profesional del cual debemos respetar los usos así como las reglas. En este sentido, no se deben pasar por alto tanto las frases correctas como las expresiones educadas. Finalmente, evite escribir un correo electrónico emocional a toda costa. El lenguaje inapropiado, así como las palabras equivocadas, inevitablemente te dañarán.